El concurso Nacional de Ideas para el Pabellón del Centenario y su entorno, promovido por la Agencia de Administración de Bienes del Estado y organizado a través de la Sociedad Central de Arquitectos, tuvo su cierre el pasado 22 de abril, arrojando como resultado un total de 65 propuestas y la participación de arquitectos de todo el país.
La relevancia del concurso se radicó, por un lado, en la posibilidad de recuperar el valor arquitectónico del Pabellón que, diseñado por Virginio Colombo, se constituye como el único edificio en pie de los 20 realizados con motivo de los festejos del Centenario en 1910. Por otro lado, también representa la oportunidad de potenciar y dinamizar las zonas adyacentes, generando influencias a escala urbana que apuntarán hacia un futuro desarrollo de la zona y articularán una gran variedad de situaciones.
En esta ocasión, el jurado le otorgo el primer premio a Mg. Arq. Juan Martín Flores junto el equipo de proyecto y colaboradores compuesto por Arq. Matías Augusto Erguy Grill, Arq. Evelyn Aquino, Sr. Nicolas Medel, Sr. Martin Leon; y los asesores en arquitectura: SMF Arquitectos / Arq. Gabriel Martinez, Arq. Enrique Speroni.
Memoria de los autores
Devenidos en un tiempo de grandes eventos como la Comunicación Virtual, la Relación Global y un Crecimiento Urbano Acelerado por citar solo algunos, hoy las ciudades nos comprometen a pensarlas como factores de cambio, de eventual transformación, donde reside una gran complejidad e intensidad de factores superpuestos y contrapuestos donde múltiples intereses intervienen tanto en el ámbito público como privado. La posibilidad de una nueva construcción, de una nueva ciudad, nos define el marco para plantear, re-plantear, nuevas expectativas acerca de aquello que podemos pensar como modelo de intervención o nuevos parámetros de definición urbana que abonen en la idea de un nuevo Modelo de Ciudad.
El Concurso para el Pabellón del Centenario y su entorno en principio remarca el hecho construido y patrimonial del Pabellón del Centenario, un edificio que ha quedado varado en el olvido por muchos años e inaccesible a las personas. El concurso promueve su reciclaje y su reconstrucción para así poder celebrar su existencia y abrirlo al público pudiendo recordar, rememorar y celebrar el Centenario de la revolución de Mayo. A partir de este evento urbano el Concurso también busca generar ideas para su entorno mediato e inmediato. La ciudad, a partir de esta consigna, busca generar una nueva área posible de parcelar para agregar uso tanto de dominio público como privado (Un 65% Público y un 35% Privado). El Área en cuestión presenta múltiples escenarios de observación, múltiples escalas de acercamiento y recorte, de indagación y reflexión acerca de lo que en definitiva debemos proyectar como ciudad.
El Proyecto Ciudad
El Proyecto Ciudad propone, como punto principal, redefinir el carácter relacional del área, estableciendo a partir de la propuesta una profunda integración entre las distintas áreas, niveles y estratos públicos y privados.
El recorte del sitio no necesariamente toma el área de intervención específica del concurso, sino que por el contrario intenta considerar la totalidad del predio como parte de la propuesta y del Proyecto Ciudad. Esta pieza se pone en juego como elemento catalizador de actividades tanto públicas como privadas dentro del barrio de Palermo. A partir de esto se establece la noción de un Parque Metropolitano que pueda reunir e integrar por un lado todas las instancias vecinales inmediatas como así también generar y conformar un nuevo centro urbano. Un Pieza Urbana Única donde proliferen variedad de opciones y posibilidades como la recreación, el deporte, el ocio y distintas actividades más reguladas, como Viviendas, espacios de trabajo, Oficinas, actividades Culturales y Comerciales, logrando establecer un nuevo ámbito multidisciplinar de la Ciudad de Buenos Aires y reintegrado al tejido existente.
El Proyecto Ciudad considera también una nueva mirada a los ámbitos de conectividad dentro de la ciudad. Hoy en día la infraestructura se presenta como un obstáculo dentro del tejido físico generando, en definitiva, barreras en el tramado social y cultural. A partir de esto se piensa en cómo generar una mayor capacidad de vinculación peatonal e integración de estas barreras uniendo fragmentos, intentando mitigar el impacto que generan las vías del ferrocarril y la coexistencia del automóvil en el nivel 0 de la ciudad.
La propuesta considera eliminar el terraplén del lado de Av. Dorrego para generar una nueva plaza semicubierta pública, que transforme y mejore las condiciones de accesibilidad y visualización del Parque al barrio de las Cañitas. Del lado de Av. Bulrich se elimina el parque inclinado por un ensanchamiento de la vereda, la cual contempla la posibilidad de identificarse como parque lineal y dotar a este de una pasarela elevada a nivel tren, pero levemente separada de esta, definiendo un paso en altura para transitar el lugar. Debajo de esta estructura surge toda una línea de locales comerciales posibilitando generar una continuidad con el Complejo Los Arcos en el nivel 0 de la ciudad. Una calle peatonal de Convivencia se coloca intentando unir ambas partes del barrio, uniendo tanto la Av Cerviño de un lado y la calle Baez del otro, construyendo una ligazón a partir de distintas actividades y el espacio Público.
El Proyecto Ciudad intenta también ser Contextual a toda una serie de eventos que hacen a la escala e identidad arquitectónicas de esta parte de la ciudad, sin por esto abandonar un pensamiento o visión a futuro de posibles modelos urbanos. Las preexistencias de gran valor patrimonial como el Pabellón del Centenario y los edificios y predio del Regimiento de Patricios definen el carácter del sector tanto en su escala como también en la impronta espacial en relación a la ocupación del espacio y tratamiento de las áreas verdes naturales. Naturalmente la propuesta intenta poner en valor tanto los edificios como los espacios libres del parque. La propuesta define un nuevo espacio público urbano, un nuevo Parque lineal con una nueva propuesta de edificación urbana y arquitectónica que establece un borde urbano en relación directa con los edificios decimonónicos del siglo pasado (Patricios y Pabellón). Un escenario urbano donde puedan convivir Presente, Pasado y Futuro de la Ciudad.
Modelo Tridimensional de Ocupación del Espacio
Se intenta, en primer lugar, establecer una reflexión acerca del modelo de ocupación y parcelamiento que la ciudad debería propender para los tiempos presentes y futuros próximos, dentro de un marco urbano sustentable e integral que apunte a una mejor calidad de vida y una mejor adaptación a los cambios aleatorios propios del crecimiento de la ciudad. De esta manera se intentará tener una herramienta urbana que de mayor previsibilidad ante los aparentes cambios.
Esta reflexión propone un modelo Híbrido de Ocupación que favorezca la mixtura de actividades en distintos planos, por un lado, donde puedan coexistir y convivir la vivienda, el trabajo, la cultura y el comercio, logrando así integración de usos y aprovechamiento de recursos como así también posibles armados flexibles. Por otro lado, el modelo de ocupación ya no pretende ser solo entendido como una segmentación parcelaria tradicional, donde la división se da solamente a través de la creación de separaciones en el plano horizontal, sino más bien pretende ser una reflexión de carácter tridimensional. La pieza de base para esta construcción surge bajo una retícula espacial horizontal / vertical de limites transparentes de 40mx40mx33m como modulo base de pensamiento estratégico de generación de ocupación en los distintos estratos y espacios posibles.
La escala peatonal, el contacto con el aire libre y lo natural en altura, como así también la posibilidad de generar patios de relación y la orientación, definen una serie de interrupciones y ubicaciones de programa sobre el modulo tridimensional de ocupación.
La ubicación de cada una de estas piezas dentro del área de intervención del Concurso intenta generar una continuidad con las líneas preexistentes de diseño del paisaje del sector en una clara intención de integrar las áreas diferenciadas en una sola superficie de uso y actividad pública. El Conjunto de módulos toma como base la escala arquitectónica de las piezas edilicias de valor patrimonial del sector y a su vez define en su simultaneidad un nuevo skyline que intenta aportar un perfil variado y dinámico que permita cambios en el tiempo, renunciando de alguna forma a la idea de un Modelo de Ciudad estática o Ciudad congelada.
Conoce más sobre el proyecto ganador, siguiendo el siguiente enlace.